Guía del Conductor CDMX
Una publicación de Vecinos Integrados al Desarrollo Armónico (VIDA, A.C.)

Educación vial sin aburrir: humor, sarcasmo y conciencia
para sobrevivir en el tráfico chilango
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Resucita el salario…
pero sólo un 4%”:
La UNAM ofrenda aumento simbólico a sus trabajadores
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Del altar a la tumba
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En el Día de Muertos, la Universidad ofrenda a sus trabajadores administrativos un incremento que no alcanza ni para una veladora
Nota de la Redacción de “El Calavera Universitario”
Ciudad de México, 1 de noviembre de 2025.
Entre cempasúchil, incienso y copal, papel picado y discursos solemnes, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) decidió este año rendir homenaje no sólo a sus difuntos ilustres, sino también al poder adquisitivo de sus trabajadores, que desde hace años descansa en paz.
El altar: la mesa de la Dirección de Relaciones Laborales.
La ofrenda: un raquítico 4% de aumento salarial.
El acuerdo fue firmado, con toda la pompa institucional, por el secretario Administrativo de la UNAM, Tomás Humberto Rubio Pérez, y el secretario general del STUNAM, Carlos Hugo Morales Morales. Testigos del acto fueron funcionarios federales que acudieron —quizá confundidos— pensando que asistirían a un homenaje a José Vasconcelos, no al sepelio del salario digno.
El ambiente fue de recogimiento. En el aire, el aroma del copal y del conformismo. En la mesa, una calaverita de azúcar con la leyenda “SALARIO”, como símbolo de lo que fue y ya no es. Algunos aseguran haber visto una lágrima recorrer la mejilla de un billete de 50 pesos.
Según fuentes del más allá (o sea de la Dirección de Relaciones Laborales), el aumento estará vigente del 1 de noviembre de 2025 al 31 de octubre de 2026, es decir, lo que dura un ciclo más en el purgatorio económico.
Mientras tanto, los trabajadores administrativos seguirán esperando que algún día su salario se levante de entre los muertos, o al menos que el 4% alcance para una veladora extra. Eso sí, si logran conseguir invertir en la criptomoneda "Milagros".
El aumento promete aliviar la economía de los trabajadores universitarios.
Mientras tanto, los precios de la canasta básica continúan marchando con paso firme hacia el infinito, mientras los sueldos apenas avanzan al ritmo de una procesión.
“Con este aumento, al menos podré comprar una veladora extra para alumbrar mi esperanza”, comentó un trabajador administrativo, mientras colocaba su recibo de nómina en el altar junto a una foto de Benito Juárez.
Los aumentos del más allá
Nadie preguntó por los incrementos salariales de los funcionarios firmantes. Tal vez porque el humo del copal nubló la vista, o porque esos aumentos pertenecen a otra dimensión: el más allá presupuestal, donde los bonos florecen y los sueldos se multiplican como panes, pero sólo para unos cuantos apóstoles administrativos.
La UNAM, fiel a su vocación de institución científica, parece haber confirmado una teoría económica revolucionaria:
“A menor salario, mayor paciencia laboral”.
Una ley natural tan efectiva como la gravedad y tan duradera como la burocracia.
Crónica de una costumbre eterna
El Día de Muertos se ha vuelto, para los universitarios, el Día del Aumento Simbólico.
Cada año, entre flores de cempasúchil y comunicados institucionales, renace la promesa de un ajuste salarial “justo y responsable”. Pero al final, todo queda en eso: una ofrenda más para el altar del “ya merito”.
La comunidad universitaria sigue esperando el milagro de la resurrección del salario digno, mientras el fantasma del poder adquisitivo recorre los pasillos de Ciudad Universitaria, susurrando entre el eco de las aulas:
“Por un puñado de pesos más…”






